La delgada, y corta línea de la confianza.
Puede que tras leer esas palabras, hayáis pensado que es algo raro e intragable. Una historia de las tantas, que se le pasan a uno por la cabeza en malos momentos, pues no, esto es más que eso, me explico. La confianza hoy en día está infravalorada, tanto que ya no se tiene en cuenta y se realizan actos de lo más estrafalarios sin tenerse en cuenta la confianza que se pueda ganar o perder con esta.
Pero, ¿en verdad es importante la confianza?
¿Tú tendrías el valor de ponerte en las manos de un cirujano que ni conoces y que te hará una operación de vida o muerte? Con confianza, no tendrás ese temor interior, porque se entiende que nuestro subconsciente ya ha quedado calmado, pero sin esa confianza y al ponernos en manos de desconocidos, es algo más que psicológico.
La confianza, da asco.
Sí, es una afirmación muy… caprichosa y muy, a mi parecer, errónea. Porque el exceso de confianza, no es tan malo, ya que si se tiene tanta confianza no debería importar nuestras acciones lo más mínimo a los otros, ya sean cosas asquerosas o vergonzosas.
Tras esto me doy cuenta de que muchas personas me fallaron en mí día a día, en mi monotonía, apuñalándome por la espalda, creyendo que estos eran colegas míos. Mi mente se encuentra en un estado de cólera y desorientación, buscando una solución sin perder la calma, previniendo siempre algo malo para no llevarse todo el palo en el costado e ir repartiéndolo. Alguien que se apoyó en ti y se hizo mejor, y que ahora aprovecha cualquier oportunidad para largarse.
El ambiente es tan tenso, que se notan ruidos nunca oídos, aspectos que nunca se vieron, en ese ambiente sale todo, se descubre la verdad del todo.
La delgada línea… Importante aspecto que hay que saber apreciar.
Me doy cuenta de que este jueves, día 5 de Febrero de 2009, a las 11:44 PM no es como todos los jueves, es un jueves en el cual se respira esta tensión, esta cólera, este desengaño que se vive. Mientras algunos se van confiados, otros quedan expectantes de que la carne sea echada al asador, como buitres esperando a la mínima para poder abalanzarse.
Las personas, las mentes, la gente en general, hoy día, no se toma nada en serio, nada es lo suficientemente importante hasta que no influye en ti y pueda cambiarte, una lástima.
No se ha vivido aún lo suficiente para darse cuenta de que este no es el camino para ser mejor que nadie, que antes de ser mejor que alguien en sus habilidades, hay que saber también a no caer en los errores del otro y ser como mínimo honestos y evitar la hipocresía que se respira.
Dedicado a aquél que lo lea y se sienta ofendido.
K.
Entradas
