Tal vez, el peor momento es el cual la felicidad no llega, o no puede llegar. Llegado un tiempo, la espera es aun más impaciente y desesperante. Al final intentas batallar por hallar la felicidad y cuando no se consigue, uno se acaba resignando, llegando al tope.
Sincerando más, no me refiero ya sólo a la felicidad sino a la felicidad inocente o también llamada, ignorancia. El saber, el conocimiento destroza en parte una felicidad por ignorancia, no es algo fácil de explicar, pero cuando se pilla es fácil.
Al fin y al cabo, se requiere tiempo y esfuerzo, usando instrumentos como el estudio, la amabilidad, la sensibilidad para alcanzar esa felicidad.
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